Tensión en el barrio pirayuÍ Portaba un cuchillo largo y un revólver con el que había amenazado a las mujeres y a los policías que llegaron al lugar. El agresor estaba bajo los efectos de la ingesta de bebidas alcohólicas y el arma de fuego no tenía balas.
Un hombre armado con un cuchillo de gran porte y un revólver mantuvo en vilo a vecinos del barrio Pirayuí, luego de agredir a su mujer y a su hija, amenazarlas y atrincherarse en su casa. La Policía tuvo que ingresar a la fuerza y logró reducirlo sin que se registren heridos. El arma de fuego estaba vacía, confirmaron fuentes oficiales.
El drama se desató en la madrugada del miércoles, poco después de la medianoche, cuando el sistema 911 recibió un llamado de alerta. Una mujer desesperada alertaba que su marido las había violentado a ella y a su hija adolescente. En el mismo llamado, la mujer alertó que el sujeto estaba completamente fuera de sí, portaba un cuchillo tipo carnicero de gran porte en una mano y un revólver en la otra.
De inmediato fue alertada la Comisaría Décimo Tercera, con jurisdicción en la zona, desde donde enviaron a dos efectivos hasta la vivienda ubicada por calle Roberto Verdún, entre Julio Verne y Toledo, casi en el límite del barrio Pirayuí y el Fray José de la Quintana. En el lugar, una mujer de apellido Gómez, de 53 años, interceptó a los policías. Estaba sumamente nerviosa y relató lo que estaba sucediendo dentro de la casa luego de que ella y su hija lograran salir.
Su marido, identificado como L. Romero de 71 años, se encontraba completamente fuera de sí, presuntamente en estado de ebriedad, sumamente violento, atrincherado dentro de la residencia y armado, negándose a gritos a salir del lugar, siempre amenazando con lesionar a cualquiera que intente ingresar.
Una segunda unidad fue despachada con otro grupo de efectivos, quienes rodearon la manzana y abordaron al sujeto desde otro lugar, ya que notaron que se encontraba detrás de un portón abierto, amenazando al personal que estaba en la calle.
En un primer momento, los oficiales intentaron dialogar con el hombre para que deponga su actitud, pero este se negaba reiteradamente a obedecer las órdenes impartidas.
En un descuido de Romero, los policías ingresaron coordinadamente a la vivienda y lograron reducirlo y desarmarlo utilizando fuerza mínima para este tipo de situaciones.
Le quitaron el cuchillo, de cabo blanco tipo carnicero de unos 30 centímetros de hoja plateada y sumamente afilado. También lograron sacarle el revólver, marca Galand M. R. calibre 22 largo, con capacidad para ocho proyectiles en el tambor giratorio, pero que estaba descargado al momento del incidente.
No era la primera vez que Romero atacaba a su esposa. La mujer tiene secuela de otros ataques en distintas partes del cuerpo, pero esta vez el hecho fue mucho más violento que en otras ocasiones, según habría relatado la víctima.
Por directivas del fiscal Raúl Passeto, la Policía debió comunicar del hecho a la secretaria del titular de la Unidad Fiscal, quien impartió las directivas del caso para iniciar un legajo de investigación bajo la carátula de "Supuestas amenazas calificadas".
Luego de ser arrestado y puesto en custodia, Romero fue trasladado a la sede de la Comisaría Décimo Tercera donde quedó a disposición de la Justicia. Estaba sumamente exaltado, continuaba gritando y hasta tuvo intenciones de atentar contra su propia vida; pero los policías lograron reducirlo y tranquilizarlo.
Recién en horas de la mañana de ayer, la mujer y su hija pudieron radicar la correspondiente denuncia en la fiscalía en turno. En la Comisaría Décimo Tercera continúan con las diligencias sumariales de rigor. En esa dependencia continuará alojado el anciano acusado de atacar a su mujer y su hija.